Con una votación de 28 a favor y 1 abstención, la Sala del Senado aprobó por amplia mayoría el proyecto que otorga un beneficio tributario excepcional para la compra de viviendas nuevas. Con este paso, la iniciativa ha sido encaminada para su posible conversión en ley.
Después de la votación, la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, explicó que "se trata de un incentivo transitorio que permitirá reactivar la venta de viviendas nuevas con destino habitacional, entregando un beneficio a las familias de clase media que requieren optar a un crédito hipotecario. Además, es compatible con los subsidios que entrega el Minvu; con la garantía del Fogaes, por hasta 10% del valor de la garantía hipotecaria y con el beneficio tributario de rebaja del gasto en intereses hipotecarios de la base imponible del Impuesto Global Complementario". Berner también destacó que el Gobierno está colaborando estrechamente con entidades bancarias, especialmente con BancoEstado, para difundir este beneficio entre los beneficiarios del subsidio habitacional que buscan obtener un crédito hipotecario.
El proyecto, presentado al Congreso el lunes 16 de octubre, propone un crédito tributario reembolsable para la adquisición de viviendas nuevas, por un monto de un millón de pesos anuales durante cinco años. El martes pasado, fue revisado y aprobado por la Comisión de Hacienda del Senado, con la presencia del ministro de Hacienda, Mario Marcel, la ministra interina de Vivienda y Urbanismo, Gabriela Elgueta, y representantes del Servicio de Impuestos Internos, la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras y la Cámara Chilena de la Construcción. Durante la presentación del proyecto, el ministro Marcel explicó que factores como la oferta y la demanda han disminuido la dinámica de la construcción, debido a la paralización de obras debido a la pandemia y al aumento de precios debido al encarecimiento de los materiales, lo que ha generado dificultades de acceso a la vivienda para la clase media. En este sentido, la propuesta tiene como objetivo fomentar la adquisición de viviendas nuevas, ya sea terminadas o en fase final de construcción, para las familias de clase media, con el respaldo de un beneficio estatal adicional, y también reducir el stock de viviendas para impulsar la ejecución de nuevos proyectos inmobiliarios.
Al ser consultado sobre cómo esta iniciativa afectará en un contexto de tasas elevadas, el ministro señaló que "este beneficio, si uno lo traslada a puntos base de tasa, sería equivalente a reducir la tasa de un crédito hipotecario de 20 años entre 80 y 190 puntos base, dependiendo del precio de la vivienda". Asimismo, reiteró que "no es necesario haber estado haciendo declaración de impuesto o pagar impuesto complementario para acceder a este beneficio".
En cuanto a los detalles del proyecto, esta propuesta apoyará a las personas que adquieran una vivienda con un crédito hipotecario, a través de un crédito tributario reembolsable. Es decir, se reducirá el Impuesto Global Complementario o se otorgará el derecho a un reembolso de hasta 16 UTM ($1.000.000) por la compra de viviendas nuevas, en el período que abarca desde el mes siguiente a la publicación de la ley hasta el último día de septiembre de 2024. Este beneficio se entregará durante cinco años, lo que implica que el monto total de la reducción tributaria o el subsidio por contribuyente ascenderá a $5.000.000.
Para acceder a este beneficio, se requiere que la vivienda adquirida esté construida y con recepción final en la fecha de entrada en vigencia de la ley, o que, en dicha fecha, no cuente con recepción final conforme, siempre que exista un contrato de promesa de compraventa posterior al 16 de octubre de 2023. Además, la compraventa debe haberse realizado a partir de la entrada en vigencia de la ley, y la vivienda adquirida debe estar inscrita a nombre del comprador en el Conservador de Bienes Raíces respectivo antes del 01 de octubre de 2024.
Es importante destacar que este mecanismo es compatible con todos los subsidios para la adquisición de viviendas y también con el beneficio tributario de reducción del gasto en intereses hipotecarios en la base imponible del Impuesto Global Complementario.
El costo fiscal estimado de esta medida es de $5.300 millones en 2024 y $31.798 millones entre los años 2025 y 2029, basado en la suposición de que las ventas totales durante el período de aplicación de la política sean similares a las ventas anuales durante el trienio anterior a la pandemia (2017-2019), es decir, 62.579 viviendas. Se proyecta que, como resultado de este incentivo, se duplicará la proporción de ventas de viviendas terminadas en comparación con el total de viviendas vendidas, lo que implica que aproximadamente la mitad de las unidades vendidas durante el período, es decir, 31.290, se beneficiarán de este programa. Se asume que la tasa de desistimiento será cero y que todos los beneficiarios recibirán el crédito tributario máximo cada año.
Se estima que la recaudación fiscal derivada de la aplicación de esta medida, que considera el impuesto pagado exclusivamente por la empresa inmobiliaria y la constructora, con un precio promedio de 3.000 UF por vivienda, podría ascender a $51.602 millones si se venden 5.000 unidades, o $103.204 millones si se venden 10.000.